30 de marzo de 2014
21.097 km / 1h54m / 5m24s x km
Pues no hay mucho que contar. Me pasé la semana previa con fiebre y debilidad extrema. Hasta el viernes no decidí ir. La familia estaba igual de jodida que yo o más, así que me tocó ir solipleis. Con más pocas ganas... Pero bueno, era cuestión de tomárselo como un entrenamiento de lujo, así que salí de madrugón, conduje hasta Segovia bastante entretenido con la radio y una vez allí, lo de siempre: recoje el chip, cambiate, ahora un ratito hasta que empiece la carrera...tengo frío....ostias....glogloglogloglo....ay ay ay....gloglogloglo...pues a buscar un sitio. Efectívamente, había algo que hacer que nadie podía hacer por mí, además con bastante urgencia. Faltaban cuarenta minutos hasta la salida, así que en lugar de buscar un baño en un bareto o los baños químicos de la organización (al descartar ambas opciones demostré una gran empatía con la humanidad, o por lo menos con la parte de la misma que fuera detrás de mí en dichas localizaciones), cogí el coche, salí de la ciudad y en la primera carretera que encontré me aparté en una salida y ahí procedí.
Con mejor cuerpo y con menos ganas aún, me puse de corto y me encaminé a la carrera. Ahí un poco más animado pero con mayor sensación de frío esperé entre la multitud a que sonara el cañonazo y...
BOOOOOOOOOOOM Y A CORRER
Encontré un regalo: El globo de las dos horas. Pégate a él como una lapa. Lo hago y compruebo que las perezosas piernas van cogiendo temperatura. Voy suave, de menos a más, de menos a más. En el kilómetro tres o así ya definitivamente le voy dejando atrás al amiguete del globo. Me giro de vez en cuando y controlo la distancia. Genial, mientras le tenga por ahí detras hago 2h o menos. Mejor de lo que yo creía.
Bajamos hasta el parque, después el bucle tan largo por el sendero al lado del río, las dos cuestas en las que te dejas los riñones y ahí esta....la subida al acueducto. Por suerte, ya me la conozco. La afronto con paciencia, sé que estamos al principio y cada esfuerzo innecesario se paga muy caro.
El recorrido por el centro de Segovia se me pasa en un plis-plás, es muy entretenido. La Catedral, el Alcázar, la plaza, etc. Bien de animación y música en vivo.
Ahora viene lo bueno, o lo malo según se mire. Salimos del casco urbano y hay que callejear por calles más impersonales pero con unas cuestas que me recuerdan que 1) estoy sin entrenar 2) estoy recién recuperado (no del todo) una gripe o algo parecido. Me cuesta horrores correr por las cuestas. Después del desvío que se pasa cerca de la glorieta del pastor -si hubiera que seguir el recorrido antiguo no sé si hubiera hecho todo el tramo corriendo- se encamina uno hacia no sé qué barrio y por fin, alguien te dice que "a partir de ahí todo es bajada" y resulta ser cierto. Unos señores dando jamón, ni Isostar ni ná, Jamonaco. Ni que decir tiene que supo a gloria.
Pasillo, gente animando, emoción...qué gozada de final, de carrera y de todo.
¿El tiempo? Lluvioso, frío y gris. ¿El otro tiempo? menos de dos hora. Objetivo cumplido. Otra más, sigo siendo fiel a Segovia. Ya veremos el año que viene. Por lo pronto, a casa y a recuperar, seguro que con el enfriamiento de correr y el calor de después se me pasa la tontería por la vía rápida...y efectívamente, así fue.