lunes, 15 de diciembre de 2008

XXIII Maratona de Lisboa

Lisboa (Portugal). 7 de diciembre de 2008.

42.195m / 3h39m30s / 5m12s el km



Hace frío. Caen unas pocas gotas por aquí, pero allá en Belén seguro que está lloviendo, porque detrás del puente del 25 de abril se ven nubes oscuras. Soy el último de un pequeño pelotón de unos mil corredores. Suena una sirena y un animoso speaker portugués da la salida. Empieza el Maratón de Lisboa. Tardo unos segundos en empezar a correr, disfrutando del momento.

Meses entrenando, la logística de la inscripción, la reserva del hotel, los canguros de Nicolás, las zapatillas de este año destinadas a estos 42 kilómetros, el recorrido casi memorizado, la estrategia... y al final, dos piernas y una cabeza para intentar rebajar el tiempo de Berlín, con el objetivo secreto de las 3 horas 30 minutos. Cierro los ojos, inspiro hondo y empiezo a correr.

Pequeño apelotonamiento a la salida. Tranquilo. No pasa nada por hacer el primer kilómetro a 6 minutos. Se recuperará solo. Mira, no ha hecho ni falta, ahí le tienes y a 5 minutos clavado. Así hasta la media.

DIEZ KILÓMETROS. 49m23s. 4m56s x km.

Muy bien. Ni un kilómetro por encima de 5 minutos, ninguno por debajo de 4 minutos 50 segundos.

Enseguida nos empieza a llover. A la altura del gigantesco puente ya llueve a mala hostia. Me es fácil encontrar rebufos de grandullones que me van tapando el aire. Por ahora hay gente y no se nota. Diría que somos más los guiris que los portugueses corriendo. Muchos españoles pero muchos nórdicos también, también ingleses. Viene bien porque los portugueses son más bien bajitos y no me sirven para parar el viento.

QUINCE KILÓMETROS. 1h13m32s total. 24m09s parcial. 4m50s x km.

Carrera de metrónomo. Quizá un poco rápido, pero es cuesta abajo y con viento a favor. Siempre tengo la sensación de poder ir más rápido. Ya los corredores nos vamos espaciando. Qué majetes los dos hombres de El Escorial, al final seguro que me adelantan porque van los tios sobraos. El de Barcelona con el que he hablado en la salida va como un tiro, le he visto que iba bien adelante cuando nos hemos cruzado.

VEINTE KILÓMETROS. 1h32m31s total. 24m02s parcial. 4m50s x km.

Bien. Llego al centro de Lisboa otra vez, por fin veo edificios que no están abandonados. También veo la meta, este tramo lo haré dentro de más de dos horas. Ya queda menos. Por ahora, seguimos con viento en popa. Aunque ya se nota que estoy corriendo un maratón... quién pudiera terminar ya una media y a casita. Pero no, para eso no entreno cuatro meses. Esto no es una carrera de pueblo. Así que, majo, a apretar los dientes y darle caña, que esto empieza ahora.

MEDIA MARATÓN. VEINTIÚN KILÓMETROS NOVENTA Y OCHO METROS.
1h37m34s total. 5m03s parcial. 5m03s x km.

Por fin un tramo con un recorrido digno de ver. La Baixa. Calles adoquinadas y algo de animación. Cojo una botellita de bebida isotónica que va a venir bien. A cinco minutos el kilómetro. Las piernas me dicen que van jodidas pero contentas, a ver qué me decís dentro de media hora.

Hay una cosa curiosa en este maratón. Quizá porque la inscripción es muy pequeña, vamos mezclados los de la maratón y los de la media maratón. De hecho, yo con un tiempo normal voy con los últimos de la media; quizá el público vea así a los primeros de las dos pruebas en el mismo lapso de tiempo. De todas formas, es bastante extraño y llama a equívocos.

En cuanto al recorrido, es bastante feo, salvo la zona de la Plaza do Comercio y La Baixa. No está tan mal como dicen algunos que han corrido en Donosti (Ey, Abel) pero hay que reconocer que no es Berlín. Tiene el atractivo de ser la capital de otro pais. A un maratón internacional por año, quizá cuando me jubile de esto de correr, es decir, cuando la palme, tendré una buena representación de los maratones más importantes del mundo en mi curriculum corredorae.

TREINTA KILÓMETROS. 2h27m24s total. 44m47s parcial. 4m59s x km.

Al final, resulta sencillo. Correr. Lo hemos hecho toda la vida, estamos diseñados para ello. Un pie detrás de otro. Cada zancada impulsa a la siguiente en una especie de movimiento continuo y ¿sin fin? No, porque cada paso te desgasta un poco. Cada impacto maltrata toda tu estructura. Aunque con la euforia de la carrera no lo notes, cada uno de ellos va restando de tu cuerpo energía, lo va lesionando y al final, pararás. Tarde o temprano pararás. En una carrera normal no. No paras. Ni siquiera se contempla esa opción. Intentas darlo todo, exprimirte para que en la línea de meta la pases exhausto y así conseguir la mejor marca. En el maratón, a partir de la media, entras en una zona distinta.

Un maratón es algo más, es el límite. No tendría sentido hacer una carrera de 30 kilómetros porque llegaría la mayoría de la gente fresca; es a partir de esa frontera de los más de treinta mil pasos, las dos horas o dos horas y media corriendo cuando un cuerpo humano normal empieza a estar vacío. Es a partir de esa raya donde empieza a ser más importante la cabeza que las piernas. Es ahí donde estoy yo ahora.

¿He hecho algo mal? Ya no puedo mantener el ritmo de los 5 minutos. No me hace falta llegar al siguiente punto kilométrico para saberlo. Este correr es más a pasos que a zancadas.



Cuando salgo otra vez de la zona de la Plaza do Comercio veo a David, apenas me puede soltar la bolsa de los plátanos. Una lástima pero voy a tener que dejarlos todos menos uno. Bueno, es un detalle de todas formas. Majete mi cuñado.

TREINTA Y CINCO KILÓMETROS. 2h54m30s total. 27m06s parcial. 5m25s x km.

Buf. Venga, no puedo más. Tengo que descansar, parar, estirar o lo que sea. Voy a coger el avituallamiento y me lo voy comiendo mientras ando. Me jincho a coger plátanos y dulces, parece que he hecho la compra. Los como mientras ando. Me impongo que no van a ser más de cinco minutos.

A correr.

Las piernas pesan como si fueran de hormigón. Pobrecillas, no sé como aguantan arrastrar mi tonelaje tanto tiempo. Comer me ha sentado bien, parece que me da algo de energía. Pues hay que aprovechar mientras pueda. Hay viento de frente pero ni de broma pienso en coger un rebufo. Adelanto a algún cadáver de la media maratona pero mis compañeros maratonianos me adelantan a mí, que yo sí que soy fiambre total.

Creo que ha sido el kilómetro 37. Voy a andar otra vez 5 minutos. Este segundo parón ha sido innecesario, podría haber aguantado más. Lo pienso mientras ando. Me da rabia. Intento andar más rápido, pero qué estupidez, si no puedo ni dar un paso. Me reconcome dejar escapar el tiempo, que se me escurre entre los dedos. Dentro de nada se van a cumplir las 3horas 30minutos y ni de coña me pasa por la cabeza la idea de alcanzar ese tiempo en la meta. Un fracasete. Lo he tenido tan cerca que ahora cualquier marca peor que esta me parece una piltrafa.

El diablillo malo, con su tridente y sus llamitas, se me pone en la oreja y me dice que me pare, que estire y que ya habrá otros maratones. Su compañero con arpa y alitas se me pone en el otro hombro y me muestra la imagen de Nicolás, Pandora y la Loqui. Con eso me basta.

Venga. El último esfuerzo. A correr otra vez.

CUARENTA Y DOS KILÓMETROS Y CIENTO NOVENTA Y CINCO METROS.
45m00s parcial. 6m25s x km.



Estos tres kilómetros DEBO hacerlos corriendo. Aunque me parezca que las piernas se han convertido en madera, aunque se me salga el corazón por la boca. Por aquí deben estar David, Nuria y la Loqui. Les veo, en el kilómetro 42. No sé si habrán podido hacerme alguna foto. Lo que me importa ahora es llegar y terminar esto de una vez.



Ahí lo tienes. Otro maratón. MARATONA DE LISBOA. META. Ese arco es todo para mí. Qué descarga de adrenalina, con estas fuerzas hubiera podido hacer otro kilómetro esprintando. Veo la llegada, en el reloj pone el tiempo pero yo sé que le llevo 1 minuto de desfase, así que estoy por debajo de las 3horas 40 minutos. Subo los brazos, cierro los ojos y oigo el piiiiiiiiiiiiii del chip registrando el tiempo.

Al final, no ha estado mal, he rebajado 16 minutazos mi marca de Berlín. Las piernas casi no me aguantan. Me quito el chip, recojo avituallamiento, me dan un té hirviendo... todo en una nube. David me pone una chupa y voy a ver a mi chica. Con el abrazo que me da, se acaba la pesadilla.


TOTAL

TIEMPO 3h39m30s total. 5m12s x km. (11.5 kms x hora.)
DISTANCIA 42.195m.


Quiero agradecer a las personas que me han apoyado en mi maratón de Lisboa:



Mi chica La Loqui, compañera en todo, que además de soportar mis ausencias para entrenar a horas intempestivas, tiene el detallazo de acompañarme también a Lisboa. Mis cuñados, David y Nuria por el apoyo logístico en el viaje y durante la prueba.

También importante, Lisboa, bellísima ciudad (salvo el tramo que recorre el maratón JUAS JUAS), que nos ha acogido una vez más en la orillita del Tejo, permitiéndonos ver sus calles, sus edificios decadentes o decaídos, los tranvías y funiculares, la torre de Belem y sobre todo Los Jerónimos que no lo habíamos conocido hasta entonces y que nos quedó alucinados. Dejo aquí unas fotillos de homenaje a esta ciudad de la que ya conocemos otro poquito más.











Como colofón, cuelgo aquí la crónica de Toni, un corredor de Barcelona que también corrió en Lisboa, me sacó media hora el tio:


http://www.corredors.cat/index.php?topic=3671.60

domingo, 16 de noviembre de 2008

44 BEHOBIA - SAN SEBASTIÁN

Behobia-San Sebastián (Guipúzcoa). 9 de Noviembre de 2008.

20km / 1h27m / 4m20s el km



Esta sí podríamos llamarla la Carrera Perfecta, o casi. Peaso de finde en Donosti nos pasamos el Mario y yo. Salimos por la mañana del sábado, a la hora de comer ya estábamos allí. Tomamos posesión del nidito de amor que habíamos reservado en el camping. Primera sorpresa agradable, el domingo nos dejaban entregar el bungalow durante toda la tarde, en lugar de a las 12 como es habitual; así nos podíamos dar una ducha tranquilamente. Un detallazo, la verdad.

Bajamos al Kursaal a recoger la bolsa del corredor con una revistilla, el dorsal, y la camiseta saco, una talla mayor que la que correspondía. Menos mal que soy grandote y no me queda demasiado mal. Para correr creo que vale, la tendré que ir probando; lástima que no valga para los entrenamientos nocturnos que llevo, es negra y los perros se ponen muy nerviosos con los bultos oscuros que se mueven en las tinieblas de Polvoranca y Arroyo Culebro.



Ya equipados, pasamos a uno de los objetivos de la Carrera Behobia-San Sebastián: LOS PINTXOS. Llamamos a Cris y estaba con Jesús esperándonos en la Parte Vieja, ya dando cuenta de las delicatessen que ofrecen por allí. Nos pusimos a la faena con el entusiasmo acostumbrado y en un ratito ya llevábamos el estómago cargado de unas cuantas cervezas y unos cuantos bocaditos.

Luego un laaaaaargo paseo por la concha y los barrios aledaños, al final, Cris y Jesús nos dejaron y nosotros, los duros corredores, los bien entrenados atletas... nos derrumbamos en la primera cafetería que vimos para tomar un colacao y un café. Estábamos reventados, pensando que, de nuevo hicimos todo lo que no hay que hacer antes de una carrera: Andar y jincharse a comer. Terminamos la faena con otros pinchos en la parte vieja y algún chacolí que otro.



Nos acogió nuestro acogedor bungaló en lo alto del Monte Igueldo. A la mañana siguiente nos esperaban muchas emociones.

Y tanto. Desde las ocho de la mañana que nos despertamos hasta las once que empezamos a correr van tres horas de logística que incluye dejar el coche aparcado en una estación de Euskotren que no conocíamos y que tuvimos que encontrar y esperar un tren que nos llevó justos justísimos hasta la salida en Behobia.



Nunca creo que vea un tren con más ambiente deportivo.

Efectívamente, una vez más, con el tiempo justo. Un lujazo que nos esperara un autobús que nos hizo los tres kilómetros desde la estación de tren hasta la salida. Allí, el ambiente era impresionante. Corredores, corredores, corredores por todos lados. Buen rollito en general, aunque siempre hay algún flipado que se cree Gebrelaisse y no ha visto el color del dorsal que lleva (estábamos separados por cajones y colores según el tiempo previsto en la carrera y acreditado con otras pruebas).

LA CARRERA



Me pasó una cosa curiosa y es que salí el último de mi cajón. Me entretuve hablando con Mario y cuando me quise dar cuenta ya habían salido todos los míos. Así que salí el último y estuvo muy bien, porque así fui continuamente adelantando a gente, casi hasta la llegada (otros me adelantaron también, claro).

La Behobia-San Sebastián, qué decir: gente animando continuamente. Recorrido muy bonito, por el campo guipuzcoano o atravesando pueblitos de allí. El recorrido lineal también hace diferente a esta carrera. En lo deportivo, kilómetros marcados, avituallamientos abundantes, servicios médicos porsiaca. Cuestas arriba y abajo, pero que no se hacen demasiado duras por estar muy entretenido.





Mis tiempos por kilómetro:

Pk1 4.30
Primer kilómetro. Muy buenas sensaciones, intentar mantener el ritmo
Pk2 3.57
Sooooooo, que el público y la gente que adelantas no ciegue
Pk3 4.41
Así, buen ritmillo
Pk4 4.30
Pk5 4.30
¿Dónde estaba el pk 4? Con tanta gente... bueno, esto va bien
Pk6 4.26
Pk7 4.26
Joé, otra vez me he comido un pk, bien, bien, subiendo y todo, manteniendo.
Pk8 5.00
Bueno, el primer alto y superado con nota, solamente he bajado 30 segundos la media
Pk9 4.23
Ahora vienen los toboganes, parecen menos fieros que lo que temíamos
Pk10 4.11
Venga, esto marcha
Pk11 4.26
Ahí, no dejes de apretar
Pk12 3.37
La madre... qué de gente. Parece que si te llamas Mikel o eres chavala te animan más, bueno, es comprensible.
Pk13 4.25
Pk14 4.25
Pk15 4.25
Espero no perder más pks, suerte que he mantenido el ritmo
Pk16 3.13
Venga, aprieta antes de empezar a subir, qué pasada el público.
Pk17 5.41
Vaya con la subidita. Osti qué cantidad de gente, igual podría haber ido un poco más fuerte pero bueno, hay que disfrutar también de esto
Pk18 3.59
Como decía mi abuelo: A morir por Dios, aprieta que es cuesta abajo y llegas
Pk19 3.59
Ya estamos en Donosti, no hay que parar
Pk20 4.13
Joé sí que está lejos la meta, no llega nunca la maldita. Ya la veo. TOOOMA, objetivo cumplido, mejor tiempo en media maratón.

Me quedo con el momento de la salida, con 20kms para mí, anticipando una carrera bonita y con la percepción de que iba a mejorar el tiempo. También con el alto de Miracruz, con toda la gente animando y sabiendo que ya a terminar en Donosti, al final de la cuesta abajo. Por supuesto, con los últimos dos kilómetros en medio de un túnel de gente, con lo que a mí me anima eso.

Una bolsa de corredor justa: fruta, agua, refresco y algún yogur. Pude estirar en el parque que hay en frente de donde se entregaban las bolsas que habíamos dejado en la salida, 20km más atrás. Al final del enfriamiento, la carrera te manda un sms con tu tiempo neto. Otro puntazo.

Al poquito llegó Mario, también mejorando su tiempo en media maratón. Subimos al camping, una duchita, comer algo en un bareto y el duro regreso al Foro, con la sensación de haber descubierto una gran carrera, que en algún momento de nuestras vidas repetiremos ¿Por qué no el año que viene?


EL PELOS







EL MARIO



domingo, 28 de septiembre de 2008

I CARRERA PERFECTA

Madrid. 28 septiembre de 2008.

10 kms / 40m50s / 4m5s el km

Qué ganas tenía de correr una carrera, con su relojito y sus kilómetros ¿medidos? (VER NOTA ABAJO). Mañana fría y lluviosa, el Abel me recogió en casa con su motillo y en menos de lo que se santigua un cura loco estábamos en el retiro, con nuestro chip puesto y esperando a Mario, que seguramente por primera vez en su vida se ha sobado. Carrerita a su coche-ropero y carrerita de vuelta al retiro. Justo el tiempo para intentar entrar en un cajón -nos colamos en el de sub35m- y salir. Un fallo en la organización bastante grande, el no poner cajones con el tamaño adecuado ¡manda cajones! otra carrera sin apenas calentar ni estirar.



En la salida me encontré con Solete, pero luego no volví a verla. A ver si averiguo qué tiempo hizo.

Después, mi mamá me esperaba enfrente del casino de la calle Alcalá. Solo con sus ánimos podría haber terminado dos maratones seguidos.

El recorrido, chachipiruli. Una lástima que se rajaran de recorrer la Gran Vía, pero Alcalá, Sol, Arenal, Mayor, El Prado, Moyano... una pasada, además música enlatada aunque con selección dudosa ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿himnos del atleti y del madrí???????? y un grupo cañero en directo en plena Puerta del Sol.



Íbamos de profesionales y cada uno, Abel, Mario y menda, hicimos nuestra carrera, solamente nos vimos al final. Yo estoy muy contento, porque bajé 1 minuto el tiempo que tenía en esta distancia (según NOTA ABAJO podría ser incluso menos) y he tenido muy buenas sensaciones, manteniendo una media casicasi de 4m/km durante 10kms.

Lástima de peso, 95 kilazos, tengo que bajarlo, aunque no sé cómo conseguirlo sin ponerme una dieta demasiado agresiva para mi gusto (la única que me mola es la del cucurucho). Quizá ahora con los rodajes largos pueda quemar bien el flotador.

Mis kilómetros:

1 - 3m50
2 - 3m50
3 - 4m09
4 - 3m48
5 - 4m10
6 - 3m59
7 - 4m05
8 - 4m36
9 - 4m13
10 - 4m05

¿se nota que en el pk7.3 estaba la Cuesta de Moyano?













Creo que no desfallecí, sino que iba acumulando cansancio, sobre todo después del kilómetro 7. Después, QUÉ FRRRRRÍO, menos mal que me encontré una camiseta colgada en una valla y me la piqué, sin preguntar a nadie. Más avispao fue el Abel, que le pidió una gigantesca bolsa a un jardinero, con la que estaba tan calentito.

Después, para rematar la faena, unas cañas en Leganés para celebrarlo con Abel y la Roci.

No fue una carrera perfecta, pero las ha habido mucho peores. ¿Con vistas al maratón de Lisboa? Pues creo que a partir de ahora toca rodar mucho más que preocuparme de la velocidad, aunque sin pasar de ella, claro. Me veo bien para el asalto a las 3h30m, pero aún hay que trabajar mucho. Ya veremos.







EL PELOS
















EL ABEL
















SOL
















EL MARIO















NOTA: Según las múltiples críticas en el foro de ELATLETA.COM:
http://www.elatleta.com/foro/topic.asp?TOPIC_ID=55129
el recorrido tenía 300 metros de más, así que a 4m5s el kilómetro me sale que he conseguido bajar de 40minutos. Como es un dato oficioso (mediciones que ha hecho la peña con el Forerunner o con el Googlemaps) me lo tomaré como una victoria moral, espero conseguir algún dia esa medición oficial de sub40m.

viernes, 18 de julio de 2008

III CARRERA DEL ROCK

12 de julio de 2008. San Lorenzo del Escorial.

7,7 km / 35m48s / 5m08s el km



DEMASIAO JEVI PA MI BODI. Después de una celebración de cumpleaños de mi cuñao en Guadarrama, me reuní con Abel y Raquel en El Escorial, acompañado por mi esposita la Loqui, que hizo el esfuerzo de venir. El ñajo se quedó con los abuelos y no nos dijo ni adiós.

Tras una cerveza (era la Carrera del Rock, todo valía) fuimos hasta el coche para cambiarnos, más bien para disfrazarnos. Esta vez con tiempo...salvo que a Abel se le olvidó el chip en el coche cuando ya regresábamos y tuvimos que ir otra vez; esta vez sí calentamos, pero obligados porque la hora de la salida se nos echaba encima, hicimos el trayecto trotando. Por fin una carrera en la que no tenemos que calentar en el primer kilómetro.

Ya estaban todos apretujados debajo del arco cuando llegamos. Ambientazo.Más bien parecía un concierto. Por donde estábamos nosotros (en los primeros puestos)

había un tono más de deporte pero si girabas la cabeza te podías encontrar a Elvis o a los KISS. Gritos y risas, solamente faltaban un par de minis.

PUM y a correr

Sí sí, mucho cachondeito, pero aquello no dejaba de ser una carrera y más de uno se lo tomaba en serio. Habia nivel...y desnivel; una fuerte bajada al principio pero enseguida unas cuestas que se te quitaba el hipo. Cada bajada me hacía temblar, porque daba la impresión de que buscábamos coger cota para la escalada de la cuesta ROMPECORAZONES. El ambiente seguía siendo genial, sobre todo por la gente que se había currado el disfraz más que nosotros (cosa fácil) y un loco que no dejaba de cantar ni en las peores rampas.

LA CUESTA, ahí la teníamos, al doblar una curva de repente se ve una especie de romería de gente subiendo más y más alto por una calle cada vez más estrecha. Era como las subidas a las pirámides. Mejor no mirar, concentrarse en las puntas de las zapatillas y a tirar de riñones. No sé cómo lo conseguimos, pero lo hicimos. Toda corriendo. Con un par. Adelantábamos a pocos, eso sí. La animación de la gente, genial, con grupos de música y todo.





Arriba una sensación muy buena, aunque no nos dábamos cuenta del todo por el cansancio. La vista desde la “cima” hacia abajo, viendo los más de 100 metros de desnivel desde el inicio de la infernal subida daba fuerzas para continuar.

Nada más coronar me tuve que parar a andar porque el corazón me salía por la boca. Me obligué a no pararme del todo. Al poco pude correr de nuevo. Creí que el Abel me iba a perder pero por suerte y por un compi improvisado que me iba animando fui apretando el paso hasta verle y conseguir alcanzarle casi en la línea de meta, donde el amigo Abel montó un chou de los suyos, rompiendo la camisa, como Camarón.

Al final, el tiempo muy bueno, con una media de unos 5min/km, que con el retraso de hacer la cuesta brutal casi andando quiere decir que en las bajadas mantuvimos la tensión como unos viejos roqueros que somos.

Después, unos minis, bocatas de panceta y la primera entrega de premios que veo que no ha sido un completo coñazo, con Fabián Roncero vestido como el de los ACDC. Nos quedamos un rato en el concierto y regresamos a Leganés, con una gran sensación de esta carrera, que me la apunto para el año que viene.

sábado, 21 de junio de 2008

MI FOTO CORRIENDO

Unos amiguetes han puesto en marcha esta iniciativa. Se trata de una empresa que nos hará fotografías en las carreras y luego las vuelcan en su página web www.mifotocorriendo.com donde se pueden descargar. Las fotos son de gran calidad, igual que ellos.

lunes, 16 de junio de 2008

XXI Hoz del Huécar 2008

8 de Junio de 2008. Cuenca.

1h04m39s / 4m19s el km

Aquí estamos. Por segundo año consecutivo. Tras un finde de camping y comilonas, Fernando y el que suscribe estábamos en la línea de salida. También estaba Abel, por supuesto. Había llegado con el autobús del club. Otra vez con el tiempo pegado al culo, sin calentar apenas. Una buena mujer tardó como diez minutos en poner un café al Abel, luego nos cobró ¡¡¡1.30!!! Qué poca vergüenza.

¿¿¿QUIÉN LE HA DADO LA PISTOLA AL PAYASO DE MACDONALS???

PUM y a correr.

Abel sale disparado, salgo con Fernando pero él prefiere ir calentando mínimamente. Achucho un poco y diviso al Abel, dale que dale, al final enlazo ya en las cuestas del cauce del Huécar. Un rato después me encuentro solo. Hay mucha gente del club, veo al Presi y a otros, y las cuestas así se van haciendo más amenas.

Abel en el puente de San PAblo

El campo está espectacular, y el recorrido es precioso. No hace sol y el aire está limpísimo. Ideal para correr. Se va definiendo un grupillo con los que vamos a la misma velocidad y entre ellos me voy moviendo, según el ritmo de cada uno y de cómo se le atraganten las cuestas al personal.

Bajo el puente de San Pablo

Yo voy jodido, pero contento. Al conocer la carrera del año pasado, es un gran avance, puesto que más o menos se acuerda uno de las rampas y entonces es más fácil regular. Aunque también es cierto que las cuestas son las cuestas y hay que subirlas. Para allá voy con mis 93 kilos de músculo y cerebro; el culo pesa, aunque consigo mantener el ritmo de 4:30-5:00 salvo cuando empieza la cuesta grande.

Ahí la tenemos. Chunga, aunque se hace lo que se puede, creo que no se dio mal del todo. Nunca me acerqué a los 6 minutos el kilómetro, me mantuve en 4:40-5:30, por suerte la subida fuerte es corta. Arriba del todo, toboganes, más de uno se me atragantó.

Al final de la pendiente, el jefe, Isaías (luego en la comida me dio un ejemplar de CORRICOLARI en el que Alicia Cobo y su programa ATATE LAS ZAPATILLAS son protas de un reportaje. Corricolari nº254. Junio 08). Un poco más adelante, las child-leaders del club, animando como siempre. Así da gusto correr, desde luego (aunque siempre les tengo que recordar cómo me llamo).

Lanzado frente a la catedral

De repente se encuentra uno con Cuenca en los pies. Hala, a bajar a muerte. Las zapatillas se lanzan hacia delante y suenan al chocar con la rampa, CHOP CHOP. Buscamos la parte seca y lisa como si fuéramos Fernando Alonso, evitando los adoquines. Recorremos el casco viejo de Cuenca a toda velocidad pero nos da tiempo a ver la fachada de la catedral, el ayuntamiento... y poco más porque hay que mirar delante y al suelo. Esta vez se me dio bien la bajada –aunque los pies literalmente me ardían- y en el tramo llano pude hacer el último esfuerzo. El año pasado creí que me tenía que retirar en ese tramo, de lo fundido que terminé de la bajada.

Abel en el descenso

Me dio moral coincidir con Jose –el Pelos- y con Iván. Dos peasos de máquinas. Problemas físicos les tenían al 50%, y así les pude ver porque en condiciones normales no les veo ni en la línea de salida.



En la última curva de la caida en barrena vi a mi familia, la Loca y Nicolás, junto con Reyes y Rodriguete. Un gustazo y un subidón que te animen. También por la parte del casco viejo y luego en la parte más nueva, la animación de los conquenses era bien cálida, pero claro, no es lo mismo.


Llegada


Al final: 1h04’38”. Bajé el tiempo del año pasado y no me torcí un tobillo. Además, un buen finde haciendo camping con amiguetes y al final mi familia apoyándome ¿QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR? Pues no estuvo mal tampoco la comilona con el clú.

Llegada de Fernando

Después de estar media hora buscándolo, al final Fernando, Reyes, Rodrigo, Mariángeles, Nicolás y menda encontramos el restaurante. Muchas cervezas, mucha carne y muchas risas después, partimos de regreso a los Madriles, con Abel distrayendo a Nicolás y la Loca roncando.

Llegada de Abel

lunes, 26 de mayo de 2008

10 Kms en ruta de Valverde del Majano (Segovia)

24 de mayo de 2008

10 km / 42m / 4m11s por km

A las 18:00 me recogía el Abel en Galapagar y enfilábamos la proa hacia Segovia. De camino, el cielo más negro que la chepa de un grillo no auguraba nada nuevo. Subiendo el puerto, llovía como si no hubiera llovido nunca. Menos mal que no nos dimos la vuelta (a puntito estuvimos) porque fue llegar al pueblo y abrirse el cielo para nosotros, temperatura ideal (algo de rasca) y atmósfera limpia y cargada de ozono. Buen presagio.



La parafernalia de recogida de dorsales y bolsa del corredor correspondía a una carrerita de pueblo, pero los cuerpos y piernas que se veían por ahí eran de bastante nivelillo. Comparado con nosotros, cualquier cosa lo es, desde luego. Temimos que el recorrido fuera todo urbano, ya que nos anunciaron que se iban a dar tres vueltas, luego vimos que dentro del pueblo de Valverde había un trozo de un kilómetro y luego otro trozo de más de dos kilómetros por los caminos del término, un bonito tramo entre campos de cereal, granjas oliendo a caca y montañas de paja.

No estábamos ahí para hacer coñas, aunque las hacíamos. Yo quería hacer un buen tiempo y me había propuesto salir a toda pastilla. En la linea de salida nos pusimos casi delante del todo, vimos a una venerable corredora que ya vimos en la Media Maratón de Segovia, bajita y entrada en años, dispuesta otra vez a darnos una lección a todos, si no de tiempo –seguramente llegase la última- sí de coraje y corazón.

PUM y a correr

Dicho y hecho, partiendo de la aglomeración del principio, en cuanto encontré una recta arranqué y enseguida me ví cerca de los buenos buenos. Rápidamente se definió la carrera alargándose por el camino y pude ver, sí, pude ver, a los primeros. De hecho, tenía a tiro de piedra a la primera chica. Sin embargo, ellos progresaban y yo no, fue un breve espejismo, ya que enseguida me descolgué y a partir de ahí la carrera se me puso muy cuesta arriba.



La primera vuelta la hice penando, ya que el efecto psicológico de ser adelantado por todo el mundo y no adelantar a nadie es bastante demoledor. Pensé en que se me iba a hacer larga la carrera, muy larga. Hacia mucho tiempo que no tenía esa sensación y temí hasta retirarme. Me pesaba todo, sobre todo el culo y los kilos de más.

En la segunda vuelta estaba más animado, porque aunque me seguía pasando factura la salida tan rápida y jadeaba como un perro asmático, vi que iba manteniendo el tiempo por kilómetro hacia el objetivo de bajar de 44-45 minutos. En el kilómetro 6, una breve charla con otro de los que me adelantó –apenas dos frases- me hizo ver que el objetivo de marca estaba cerca. Vi los beneficios del entrenamiento, ya que las piernas me iban diciendo que metiera corazón y que por ellas no iba a ser.

En la tercera vuelta, con el mensaje cerebral a todo mi cuerpecito de que quedaba menos que la vuelta de los entrenamientos en Arroyo Culebro, me enganché a otro de los que me adelantó –Camacho, currante de Karhu que ha patrocinado nuestra carrera LAS DOS LEGUAS DE LA CHOPERA durante muchos años- para hacer la subida y la bajada del tramo por fuera del pueblo. Mantuve el ritmo y en el kilómetro nueve vi que bajar de los 45 estaba hecho y que había que echarlo todo. Asi que a intentar acelerar la zancada y al ver el cartel de meta metí un sprint que me sorprendió a mí mismo, con el reloj del arco de meta marcando una infernal cuenta atrás de los 42 minutos que conseguí superar por unos pocos segundos.

Llegué con el corazón desbocado y con una gran alegría, esa victoria simple y silenciosa que es el superarse a uno mismo. Aquarius y fruta, amabilidad de los voluntarios y muuuucho frio. El Abel llegó con menos de un kilómetro de retardo, firmando su segunda mejor marca. Empapaitos de sudor y pasmaos de frio nos cambiamos y sin más dilación salimos para Leganés para ver el Chiquilicutre con Rodrigo y Raquel, en la sede social El Martín, cervezas, copas, fécula y grasa para celebrar y recuperar. En el coche, me concedió una entrevista mi compi Abel para el programa de Átate las zapatillas.



Aqui tenéis la CRÓNICA DEL ADELANTADO DE SEGOVIA. De donde he sacado la foto de arriba, en la que nos pillaron a Abel y a mi.

En resumen: Carrera muy voluntariosa y amable, recorrido aceptable a ratos bonito con vistas a la sierra y a Segovia, cortita y bien organizada.

domingo, 18 de mayo de 2008

LOS HÉROES CORREDORES

Filípides era un mierda. Ahora me entero que ni siquiera corrió cuarenta y dos kilómetros, oí el otro dia en un programa de radio que entre Maratón y Atenas no hay ni cuarenta. Así que ¿dónde está la épica del asunto?



Pongámonos en situación, un tio después de combatir un dia entero en Maratón contra los Persas en el año 490 antes de Cristo es enviado a anunciar la victoria a Atenas, ya que los persas habían anunciado que como ganaran se iban a acercar a la ciudad a violar a toda hembra que se encontraran por alli. Resulta que Milcíades, el general ateniense, había dejado dicho que como tardasen más de un dia en tener noticias quería decir que habían perdido, entonces las mujeres se podían dar por apañadas, por lo que debían suicidarse y arrasar Atenas antes de que lo hicieran los persas. Asi que este Milcíades se encuentra con que han echado a los persas al mar pero que han tardado demasiado, que encima de luchar como perros cuando llegaran a Atenas no iban a poder celebrarlo.



Así que dice al tal Filípides “Ve y corre, más te vale llegar antes de que se ponga el sol”. Y aquí el figura llega al borde de la pájara y con el último rayo de sol cae al suelo y dice “hemos ganado” y ahí mismo pica billete.

Ya te vale, tron. Vamos a ver. El resto del ejército iba a tardar dos dias en regresar, así que ya podias haberte quedado tú dos dias en esa ciudad llena de mujeres agradecidas celebrando la victoria. Mientras estoy haciendo un rodaje de dos horas pienso en este tio y tengo varias dudas que me asaltan ¿era Filípides un buen corredor? Está claro que no, hay que regular mejor. Si vas en pájara debes saber administrar tus fuerzas para conseguir llegar. Y si se llega a caer antes? Tanto esfuerzo para nada. A la próxima, regulas y administras.

Al fin y al cabo, la batalla no fue para tanto, una escaramuza comparada con la que se lió en las Termópilas y sobre todo Platea diez años después.

Pienso yo, que tampoco el Filípides se dejó los cuernos combatiendo, está claro que no iban a mandar corriendo a un tio que estuviera herido o cansado. Creo que este era el típico enchufado de los ejércitos griegos, el pelotilla del general.

A él le quería yo ver aquí, en el parque a las doce de la noche, ¿que él llevaba armadura y cota de cuero? Yo tengo una hipoteca de más de treinta años, a ver qué pesa más. Y salimos a correr y no nos quejamos, ya me gustaría a mi pillar el solecito de grecia para correr, y no la noche madrileña. ¿Una batalla contra los persas? Habría que verle a ese bañando todos los dias a mi hijo, eso sí que es una batalla naval.

Que no, que no. Que para mí los héroes son los que entrenan cuatro o cinco dias a la semana, después del trabajo, de bañar a los niños, de darles de cenar, de contarles un cuento. Viendo a tu pareja un ratito los dias que hay entrenamiento, con las piernas cansadas al dia siguiente; los dias que hay competición, una semana hecho polvo de las rodillas, tobillos y cantidad de músculos que no sabías ni que existían, pero seguro que al Filípides este una vestal le hacía un masaje de vez en cuando y le dejaba las piernas suavitas. Porque eso sí, la historia toda para él, ya hemos visto que seguramente no dio ni un palo al agua en la batalla ni un mal lanzazo a ningún persa, pero todo el mérito para él. No como los compis que se desangraron en la arena de la playa con una flecha persa en el esternón, ni como los cientos de corredores populares que nos dejamos el sudor y a veces la sangre en vueltas al parque y en carreras en las que con suerte vemos nuestro nombre publicado en una fria clasificación... para mí, esos son los héroes.

martes, 8 de abril de 2008

II Medio Maratón Ciudad de Segovia

31 de Marzo de 2008

21 km / 1h39m / 4m43s por km

Tras el aluvión de peticiones de los numerosos fans de esta página –ese gran desconocido, gracias por leerme, allá donde estés- vuelco la crónica de mi carrera de Segovia. Recurriendo al tópico de los relatos deportivos, salvé los muebles. Tras una buena actuación en la media de La Latina, el entrenamiento fue a menos. Hubo relajación, viaje a Praga (no precisamente a su medio maratón sino a sus medios litros de Pilsner-Urquel a un pavo) y las vacaciones de semana santa. Prácticamente el entrenamiento consistió en quitar las agujetas de La Latina, beber cerveza y hacer un recordatorio de unas pocas series de 1000m. Por eso estoy contento, aunque no haya mejorado el tiempo del año anterior.





Quedamos de mañanita (otra vez, el espectáculo lamentable del final de la batalla a la salida de la cubierta de leganés, con toda la juventud vomitando, meando, pegándose, haciendo trompos con el coche... en fin) más bien MUY DE MAÑANITA por el cambio de hora. Abel por fin casi recuperado y un amiguete de su trabajo, Raúl. Llegamos con tiempo a Segovia, recogimos el dorsal, un café, un saludo a nuestro simpático entrenador Isaías e incluso calentamos mínimamente.

En la salida de la carrera, mientras veíamos a los paracas aterrizar con precisión alucinante, era agradable estar arrejuntaos ya que hacía bastante frío.

PUM y a correr.

Tardé un minuto en empezar a moverme, ahí fue cuando puse en marcha el reloj, que luego el tiempo difiere un poco y no estoy como para regalar ni un segundo. Creí que no iba a poder alcanzar mi ritmo de carrera, pero a pesar de la marabunta, las aceras me dieron aaaaaaaalas. Me escabullí por los laterales y pude ir rápido al principio metiendo en el bolsillo unos segundos por kilómetro que me vinieron muy bien para los kilómetros de rampas de la segunda mitad de la carrera.

En la segunda cuesta, desde el parque al acueducto, creo que fui regulando bastante bien, aunque ye empezaba a darme cuenta de lo que iba a ser la carrera. El paso por el acueducto y el casco viejo de Segovia, de lo mejor por la gente y la belleza de la ciudad, en la que uno se siente privilegiado de poder hacer deporte por calles normalmente petadas de turistas, de coches o de las dos cosas a la vez. Otras carreras urbanas (verbigracia Madrid en su mapoma o en su media) no dan la sensación de darte la ciudad para ti, sino más bien que eres un estorbo más o menos necesario.

Después del recorrido bonito se engancha una recta que parte desde la estación y todo para arriba. Subir y subir y subir... cada vez tenían más pendiente las jodías cuestas. Ahí fui arrastrándome como pude. Cogía rebufos de otros corredores más altos ya que había bastante viento. Me encontré con un compi del club y fuimos haciendo la goma, no sé decir si era yo el que se descolgaba o él el que flaqueaba, o alopeor éramos los dos, pero el caso es que no manteníamos un ritmo constante y eso se nota en que las cuestas se hacían interminables.
Pero como todo en esta vida, por fin llegamos al alto en Nueva Segovia, ahí van unos falsos llanos y por fin vienen las cuestas abajo, en las que debería haber apretado más para recuperar el tiempo pero ya no tenía gasolina y las piernas me iban ya por inercia. Quería apretar en el último kilómetro pero tuvo que ser en los últimos 100 metros, me entretuve en disfrutar del "pasillo humano" de la gente animando.

Estos son los tiempos por kilómetro:
4.49 4.44 4.46 4.18 4.03 4.03 4.19 4.51 5.13 5.04 4.36 5.02 5.01 5.31 5.02 4.59 4.39 4.31 4.31 4.27

A mi corto entender, la salida con tanta gente no me ralentizó demasiado. Después de los primeros tres kilómetros había una buena cuesta abajo y a partir del siete u ocho se empieza a subir y prácticamente no se para hasta el dieciséis. Con más kilómetros de entrenamiento y más fuerza en las piernas, creo que no hubiera subido tanto de tiempo en los tramos de cuestas y me hubiera acercado a una media de 4:45/km. Creo que el tiempo de 1h35m lo tengo asequible este año pero no puedo descuidarme otra vez y entrenar un poco más en serio.



El avituallamiento de la llegada, espectacular. Caldo calentito, bollos, cerveza, panpreñaos, agua, fruta... nos esperamos a estar todos y justo empezó a llover, así que nos fuimos pitando de regreso a los madriles. Por segundo año, una carrera preciosa y una organización rozando la perfección, a pesar de superar a los 3000 corredores ¿se atreverán el año que viene a aumentar la inscripción?