17 de marzo de 2013
21.097 km / 1h43m47s / 4m57s x km
Una pena, hombre. Habiendo movilizado a toda la familia, la edición de la Media de Segovia que peor tiempo ha hecho. No por mí, que me lo pasé guay corriendo bajo la lluvia, sino por mis tiernos infantes y por mi chica, que acabaron caladitos. Total, para verme solamente un momentín.
Eso sí, la logística de lujo, claro. Comparado con las otras ocasiones I, II, III, IV, V y VI que he corrido, menuda diferencia. Recoges el dorsal el sábado tranquilamente, te tomas unas cañas con Fernando y Carmela por los mesones del centro, te despiertas en el hotel (Venta Magullo, super amables, me dejaron ducharme después de la carrera), desayuno de los campeones, salida sin prisas...lástima de diluvio, los chavales hubieran flipado con los paracas. En fin, otro año será.
En el ambiente de la salida, todos deseando salir para entrar en calor y disfrutar del chaparrón haciendo deporte.
Llueve, definitivamente a mala leche. Joer, esto va a ser épico.
BOUUUUUM y a correr. Vaya con los artilleros, menudo zambombazo y peste a pólvora.
Mucha gente, en seguida se estira la cosa, aunque hay alguno que no se ha colocado bien en la salida y avanza haciendo slalom entre la gente y los bordillos...chico, me parece que este año no es como para batir el récord, pero tú verás.
Llueve, llueve, llueve. Mola.
Aparte del recorrido en los alrededores del hostal Magullo (no sé cómo se llama esa zona), en seguida bajamos a la zona que yo llamo "el parque", del kilómetro 6 al 9.5. Me encanta, además este año nos meten por unas callejas muy estrechas, chapoteamos barro como niños pequeños y cuando nos aglomeramos en un repecho es E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R la nube de vaho que despedimos, generamos una niebla cálida sobre nosotros, parece un concierto de Estopa.
Hay dos cuestecitas que son una putada, se me clavan en los riñones como si de repente estuviera tirando de una dovela del acueducto.
Y ahora viene la de verdad, la que sube desde el puente del Eresma hasta el acueducto.
A pasarla como se pueda. Luego viene la recompensa: una pequeña bajada y el paso por el acueducto con gente debajo de los paraguas animando, alguno hasta se toma la molestia de leer el dorsal y decir el apellido (que es lo que me he puesto).
Y ahora el recorrido por el casco antiguo. Genial, todo un acierto, no sabes si subes o bajas, distraido como estás viendo la Segovia menumental, toda exterior, que dirían los Gomaespuma. Obviamente es la zona con más gancho de la carrera. Se pasan los kilómetros sin darse uno cuenta...
... o sí. Al enfilar hacia la parte nueva, el principio del fin, noto las piernas como si fueran de madera. NO, NO y NO. No admito pensamientos negativos, ni pensar siquiera en parar o continuar andando. A pesar del cansancio y de que noto que voy cayendo como una piedra en los tiempos de paso por kilómetros, consigo salir de una racha de malas tentaciones; en parte porque en breve voy a estar en el acueducto y esta zona de crisis pasa rápido..
Le hago un corte de mangas -mental- al pastor de la estatua y sigo por un barrio relativamente reciente (comparado con la parte antigua de Segovia, claro) que me encamina a la bajada serpenteante del acueducto.
Esta parte del recorrido es la de siempre, así que la cuestecita no me pilla de nuevas. Otra vez, enfilo la calle hacia el acueducto y FLIPO con la gente animando a un mierdecilla como yo.
Al final, numerito con los brazos al cielo. No es por la foto, lo puedo asegurar, es símplemente una forma de descargar adrenalina, de saber que he llegado, de percibir que tantas noches corriendo tipo futintunaij como la canción de los chanclas y título del blog han valido la pena, siquiera parcialmente.
¿Y el tiempo? No voy a hacer la gracieta de responder "lluvioso", el tiempo de 1h44m me parece muy bueno, respecto a la de Getafe, solo siete minutos más.
Como siempre, la media de Segovia ha cumplido perfectamente. El nuevo recorrido me encanta, sobre todo la parte del parque, con sus dos repechos tremendos y las callejas estrechas. La parte monumental una pasada. El detalle de personalizar el dorsal es un puntazo. La animación de la gente, qué decir, más de uno no habría(mos) llegado hasta el final sin esos ánimos. Sí, este año no hay forro ni guantes en la bolsa del corredor, bueno, sobreviviré sin eso. El año que viene, a intentar bajar la marca, así caiga lluvia o nieve.